Causas del sufrimiento fetal en el embarazo y en el parto

El sufrimiento fetal es un término empleado para describir lo que ocurre cuando el suministro de oxígeno del bebé está en peligro, ya sea en el útero durante el embarazo o durante el mismo parto.

Esta «angustia» patológica puede estar causada por una serie de factores tales como:

  • Una enfermedad materna
  • Desprendimiento de la placenta
  • Compresión del cordón umbilical
  • Una infección fetal
  • La madre está en una posición que hace presión sobre los principales vasos sanguíneos, privando al bebé de oxígeno.

El sufrimiento fetal es bastante inusual pero puede darse. Si tu bebé aún no nacido y no ha presentado este tipo de problema hasta ahora, existe poca probabilidad que sufra esto durante el parto. Por esta razón, hay que estar muy atentos a los resultados de analíticas y ecografías puesto que son los únicos indicadores que disponemos para ver el estado de madre o bebé, y la posición del bebé (si hay o puede haber compresión umbilical o si la posición que está adoptando causará problemas a la larga). Según algunas estimaciones, esta posibilidad se puede dar entre uno de cada cien nacimientos, según el país y la información disponible de hospitales, clínicas y maternidades.

Hay varias condiciones que pueden poner a su bebé en un mayor riesgo de sufrimiento fetal.  Estos factores a tener en cuentason:

  • Restricción del crecimiento intrauterino
  • Polihidramnios (cuando el feto no traga correctamente y absorbe el líquido amniótico)
  • Preeclampsia o eclampsia
  • Diabetes gestacional
  • Embarazo múltiple.

Como hemos dicho en anteriores artículos, nunca hay que alarmarse ni obsesionarse sobre el tema si los controles médicos han sido satisfactorios y  el seguimiento sigue su curso.

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sufrimiento fetal

Ya es normal sentir una ligera reducción en los movimientos del bebé a medida que se acerca el parto. Tu bebé tiene menos espacio para moverse dentro del útero. Otra cosa es que, en mitad del embarazo y con movimientos frecuentes, notes un cambio repentino en cómo gira el bebé o si deja de hacerlo. Esto puedes comunicárselo a tu médico en la mayor brevedad posible.

Cuando el bebé deja de moverse

Los bebés tienen latidos fuertes, estables y responden a los estímulos con movimientos adecuados. Los bebés en peligro reaccionan disminuyendo su ritmo cardíaco, cambiando su patrón de movimiento (o incluso paran de moverse en su totalidad, como se ha dicho antes), o realizan su primera deposición llamada meconio cuando aún están en el útero.

La privación de oxígeno o disminución de la frecuencia cardíaca puede ser grave para el bebé y debe ser corregida tan pronto como sea posible. La solución más rápida pasa por lo general con una entrega inmediata, provocar el parto  o realizar una cesárea de emergencia.

Si piensas que tu bebé está en peligro es porque has notado un cambio en la actividad fetal o porque no fuiste capaz de contar un número concreto de patadas en un período determinado (habitualmente 1-2 horas).

Lo primero, es mantener la calma. Llama a tu médico y pregunta. De mientras, y como medida preventiva, puedes dar media vuelta sobre tu costado izquierdo para disminuir la presión en los vasos sanguíneos principales por si hubiera alguna presión.

Una vez estés en el médico, te colocarán un monitor fetal para saber con exactitud si el bebé está realmente mostrando signos de sufrimiento y así salir de dudas.

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En caso afirmativo, se le puede aportar oxígeno y líquidos a través de una vía intravenosa con el fin de ayudar a obtener una mejor oxigenación de la sangre y volver a la tasa cardíaca normal. Si esto no funciona, hay que provocar el parto (puede hacerse un fórceps) y seguir monitorizando una vez el bebé haya nacido.

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